¿La ingeniería genética puede ser la solución al hambre?

“Esta entrada participa en la III Edición del Carnaval de la Nutrición, organizado por el blog Scientia

Hubo un tiempo en que se explicaba la presencia del hambre en el mundo como “voluntad de la naturaleza”, que  reparte a su capricho sequías, inundaciones, terremotos y  otros desastres. Sin embargo, como señala Pérez de Armiño, aunque haya una relación de causalidad evidente entre una catástrofe climática y la aparición de hambrunas, sus efectos serán diferentes si la catástrofe se producen un país desarrollado o en uno en vías de desarrollo; por lo tanto, hay otros factores que influyen o condicionan la aparición de una situación de hambre.

Otra explicación a la que se ha dado mucho crédito durante más de dos siglos, y que aún continua vigente hoy en día para justificar determinadas políticas, es la que se basa en la teoría de Malthus, según la cual la población crece en progresión geométrica y la producción de alimentos en progresión aritmética, lo cual conduce inexorablemente a la insuficiencia alimentaria. Pero, los mil millones de habitantes que poblaban la Tierra en la época de Malthus se han multiplicado por seis desde entonces sin que sus profecías se hayan visto confirmadas. A pesar de un crecimiento de la población de una intensidad sin precedentes, la producción agrícola ha aumentado todavía con mayor rapidez, por lo que, la disponibilidad global de alimentos por habitante se ha elevado de forma continua[1].malthus gráfica

El aumento de la producción agrícola surgió a partir de 1950  gracias a la difusión de nuevas variedades de cultivo de alto rendimiento, unido a nuevas prácticas de cultivo que usan grandes cantidades de fertilizantes, pesticidas y tractores y otra maquinaria pesada. Este aumento del rendimiento por superficie cultivada es lo que se conoce como Revolución Verde, y se  pensaba que estas técnicas  iban a reducir la situación de hambre en los países del tercer mundo. Es cierto que la Revolución Verde  aumento la productividad de alimento, pero su planteamiento empresarial no hizo más que agravar las desigualdades en la distribución, y por lo tanto, no obtuvo los resultados esperados  respecto a la reducción del hambre.

Este ideal de la Revolución Verde fue retomado por las grandes corporaciones biotecnológicas desde los primeros ensayos con alimentos transgénicos y suscitó  una gran expectación hacia las oportunidades que surgían para los países pobres. La posibilidad de diseñar trigo resistente a sequias o a suelos salinos o arroz con mayor contenido proteínico resulta de lo más atractivo, ¿pero realmente la ingeniería genética contribuye a erradicar el hambre en el mundo o es simplemente una estrategia publicitaria por parte de las grandes corporaciones biotecnológicas?

Como la industria biotecnológica no ha representado ninguna ventaja  sustancial para el consumidor norteamericano, ya que no proporciona alimentos ni más baratos ni más nutritivos, entonces ¿cómo van a vender esa tecnología al pueblo norteamericano? Pues se les ha ocurrido la idea de que tal vez la biotecnología debería venderse como la forma de alimentar a un mundo que se muere de hambre. Así  Monsanto, la corporación biotecnológica con más poder, dirigió la Segunda Revolución Verde, ya que afirmaba que sus vegetales modificados habían sido ideados para acabar con el hambre en el mundo, su argumento era el siguiente: “Las semillas modificadas genéticamente incrementan las cosechas de grano, y por tanto, son la clave para acabar el hambre en el mundo. Cosechas mayores, significan más ingresos para los agricultores pobres, ayudándoles a superar la pobreza, lo que significa menos hambre”. Con estos argumentos es como Monsanto logró extender sus productos por todo el mundo, incluso llegaron a los países más pobres.

Pero la realidad es que junto con al agricultor están las empresas petrolíferas, las de fertilizantes, las compañías de semillas, de productos químicos, maquinaria y los bancos. Por lo que, el agricultor se encuentra en medio de una gran cadena agroalimentaria, donde por debajo de ello se encuentran las compañías de cereales, los medios de transporte, las envasadoras, los restaurantes, etc. Así que los agricultores no son quién gana dinero. En EEUU, las subvenciones del gobierno son las que mantienen el cultivo de maíz transgénico, ya que sino el agricultor cerraría el balance con perdidas.

En los países en vías de desarrollo, el hambre no depende de la cantidad de alimentos disponibles, sino que la mayoría de gente que pasa hambre en todo el mundo eran agricultores, pero debido a los enormes prestamos  que el Banco Mundial y el FMI hicieron a estos países, estos países no pudieron  seguir practicando la agricultura de subsistencia y tuvieron que sembrar cultivos caros y exportarlos al primer mundo para pagar esos préstamos. Y esto provoco un abandono masivo por parte de la población de las zonas rurales para establecerse en zonas urbanas donde viven en situación de pobreza extrema.

El filósofo y economista bengalí Amartya Sen, afirma que no es suficiente con incrementar la productividad de los alimentos para lograr el objetivo de la seguridad alimentaria, sino que es necesario dotar de recursos económicos a los sectores más vulnerables para que puedan adquirir alimentos y para que puedan tener acceso a ellos.

En la actualidad hay alrededor de unas 1000 millones de personas desnutridas en el mundo, en una época de superproducción en la que los agricultores no pueden recuperar sus costes de producción. Y cuando los países ricos subvencionan sus cultivos abaratan los mercados de los países en vías de desarrollo. De ahí que se dé la situación de que países con excedente de producción alimentaria e incluso son exportadores netos de alimentos, y que gran parte de su población este en situación de inseguridad alimentaria. Por lo tanto, esta situación se debe a la imposibilidad de acceso al carecer de poder adquisitivo suficiente.

Que los cultivos modificados genéticamente ayudarán a alimentar a los millones de seres humanos que pasan hambre, es una mentira flagrante, que, sin embargo, no dejamos de escuchar. Y no la repiten sólo las  empresas biotecnológica, sino también el propio ex-presidente de los EEUU, Georg W. Bush. Lamentablemente, la situación real es mucho más compleja. Hoy en día se producen alimentos más que suficientes para alimentar a todas las personas del mundo sin tener que recurrir a la agricultura transgénica. Pero las personas pasan hambre debido a su pobreza,  ya que no pueden comprar la comida que sobra en abundancia y les rodea, pero no por falta de semillas modificadas genéticamente. Matthew Lockwood, jefe de política de ActionAid, organización de desarrollo internacional que ha trabajado por atenuar la pobreza,  afirma que lo que verdaderamente necesitan los pobres es tener acceso a la tierra, a el agua, mejores carreteras para hacer llegar sus productos al mercado, educación y planes crediticios, ya que las modificaciones genéticas no son ninguna solución mágica al hambre que azota a muchas perdonas de nuestro mundo[2].

Los representantes políticos de los países en vías de desarrollo aborrecen esta cínica campaña publicitaria de los OMG por parte de las empresas biotecnológicas y el gobierno de los EEUU. Y en 1998, los delegados de 20 países africanos comunicaron a la FAO que se oponían totalmente a que las grandes multinacionales utilicen la imagen de personas pobres y hambrientas de sus países para promocionar una tecnología que no es segura, ni respetuosa con el medio ambiente ni económicamente beneficiosa para sus gentes. Y que por el contrario, creían que era nociva, ya que destruye la biodiversidad, los conocimientos locales y los sistemas de agricultura sostenible que sus agricultores han desarrollado a lo largo de milenios y que, por consiguiente reducía la capacidad de autoabastecerse[3].

ActionAid afirma que no son los intereses de los agricultores lo que está detrás de la emergencia de los cultivos modificados genéticamente, sino los beneficios económicos de la industria agroquímica. Una prueba de ello es que sólo un uno por ciento de las investigaciones se centra en los cultivos utilizados por los agricultores pobres. Además, la biotecnología permite a los países ricos la oportunidad de producir cultivos que sustituyan a los que actualmente se cultivan en los países en vías de desarrollo, como aceites vegetales, azúcar, vainilla, mantequilla de cacahuete y esencias o aromatizantes. En este punto, también, nos encontramos con el tema especialmente controvertido de las patentes de las semillas modificadas, ya que es la prueba más visible de este engaño.

hambre en el mundo tema 2

Con estas condiciones, la llamada Revolución Genética, al igual que la Revolución Verde que la precedió, no llegará a la mayoría de los pobres, los agricultores de subsistencia, ya que no podrán permitirse pagar los caros productos y las semillas modificadas. Lo único que hará será intensificar el proceso de industrialización de la agricultura que es lo que realmente desea la industria biotecnológica, y también causara muchos de los problemas que ya causó la  Primera Revolución Verde.

En síntesis,  los avances científicos por si solos no pueden acabar con el problema del hambre en el mundo, como hemos visto la malnutrición y el hambre tienen su raíz en el desorden económico y, en este ámbito, la biotecnología tiene poco que aportar, sino se producen cambios políticos y económicos profundos.


[1] Prosalus, salud y desarrollo. Prosalus y derecho a la alimentación: documento de análisis y posicionamiento. 24/01/05. (p3)

[2] Rees, Andy. Alimentos modificados genéticamente: Una guía breve para las personas confundidas. Barcelona, Intermón Oxfam editorial, 2008. (p 91)

[3] Rees, Andy. Alimentos modificados genéticamente: Una guía breve para las personas confundidas. (p 91)

 

4 Respuestas a “¿La ingeniería genética puede ser la solución al hambre?

    • El desarrollo tecnocientífico tiene que ir encaminado hacia el progreso de toda la sociedad y no debe ser un media para enriquecerse para algunos lobbys. Esto es lo que pretendo denunciar con algunos de los artículos que puedes encontrar en el blog.

      Muchas gracias por tus comentarios

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